30 de octubre de 2009

NIÑOS DEPORTISTAS

Escribe para SM, Martín Di Prinzio*
Cuidado con las lesiones... No son adultos!

En los últimos años se ha producido un incremento en la incidencia de lesiones deportivas en las poblaciones infanto-juveniles ya que cada vez es mayor la cantidad de niños y adolescentes que ingresan a la alta competencia, sometiéndose a regimenes de entrenamiento desde edades muy tempranas.
Muchos de estos deportistas reciben entrenamientos similares a los aplicados en adultos, no contemplándose los procesos normales de crecimiento y desarrollo, por desconocerse los procesos pediátricos.

Frente a esta realidad se observa lesiones por:
~ sobreuso,
~ dificultad en el diagnóstico,
~ subestimación de la gravedad por parte de los responsables,

estos son algunos de los motivos que hacen oscurecer el pronóstico de las lesiones o lo que es peor, dejar secuelas permanentes.

Diferencias entre niño y adulto deportista
Para comenzar vamos a considerar algunos principios fundamentales que diferencian a los niños y adolescentes de los adultos deportistas.


1. Crecimiento, desarrollo, fisiología.
Las variables fisiológicas son diferentes durante las distintas etapas del desarrollo hasta llegar a edades adultas. Todos los sistemas están sometidos a cambios permanentes, incluso el aparato locomotor, donde las variables antropométricas también presentan cambios (desproporciones de los miembros durante el pico de crecimiento).cualquier lesión o enfermedad que afecte el proceso evolutivo puede tener consecuencias futuras irreversibles.


2. Cualidades deportivas
Uno de los elementos a tener en cuenta en el entrenamiento infantil, a diferencia del adulto, es la existencia de “etapas sensibles de entrenamiento”. Cada cualidad fisiológica tiene su momento óptimo de ser entrenada, obteniéndose mejores resultados con menor riesgo. La fuerza se considera hoy como una cualidad entrenable en pre púber, ya que ayudaría a prevenir lesiones.
La flexibilidad también previene lesiones y mejora el rendimiento y es entrenable durante toda la infancia. La coordinación debe ser trabajada durante la infancia, se sabe que un niño coordinado corre menor riesgo de lesionarse.


3. Entrenamiento
Es la aplicación de estímulos sistemáticos de una cualidad determinada, logrando una adaptación que posibilita una mejor performance de esa cualidad. Los estímulos deben ser aplicados con un cierto grado de frecuencia, intensidad, volumen y densidad, permitiendo una adaptación positiva. El niño debe recibir estímulos acordes a su etapa evolutiva, cosa que no ocurre comúnmente, considerándolos “adultos en miniatura”. No es el entrenamiento en si quien causa la lesión, sino el adulto que aplica erróneamente el mismo.


4. Lesiones
La mayoría de las lesiones del deporte ocurren en los miembros. En los niños son diferentes, se ven osteocondrosis, apofisitis, la mayoría lesiones del cartílago de crecimiento y de la unión osteotendinosa. Son muy raros los desgarros, esguinces y luxaciones. Estas lesiones son las llamadas “por sobreuso o uso excesivo”, generándose por movimientos o gestos deportivos repetidos en el tiempo sobre estructuras que no están preparadas para sufrir grandes cargas y terminan lesionándose.


5. La atención
El niño lesionado genera un problema en la familia y en el grupo deportivo. Su atención debería ser un trabajo en equipo (traumatólogo, fisioterapeuta, pediatra y entrenador). El lenguaje básico del niño es el juego. Tener siempre presente que el control de una lesión tratada en la infancia debe continuar hasta la madurez esquelética (17-18 años aprox.).


A continuación nombraremos algunas de las tantas causas que pueden provocar lesiones en los niños:

Causas:

- Sobreentrenamiento y exceso de competencia.
- Preparación física inadecuada para la edad.
- Errores en el uso de elementos deportivos (calzado, protectores, raquetas, vendajes, etc.)
- Terreno inadecuado y en malas condiciones.
- Disminución de fuerza general y flexibilidad.
- Errores en las técnicas de los gestos deportivos.
- No respetar los periodos de descanso.


Que podríamos, desde nuestro lugar, tener en cuenta para no cometer estos errores.

Prevención:

- Cargas de entrenamiento acordes a la edad y al período evolutivo.
- Utilización de material y campo de juego en buenas condiciones.
- No descuidar los trabajos de flexibilidad.
- Saber detectar una posible lesión y derivar a tiempo.
- Promover el juego limpio.
- Recordar que son niños, por lo tanto no debemos dejar de lado el juego ante todo.


Conclusión
Son muchas más las razones por las cuales un niño es diferente a un adulto, no menos importante por no haberlas mencionado.
El entrenamiento de niños y adolescentes requiere de conocimientos adecuados, e indicado como una medicación ya que ejerce una modificación en el organismo. Es necesario coordinar la atención del niño deportista en un equipo multidisciplinario, traumatólogos infantiles, pediatras, nutricionistas infantiles, cardiólogos infantiles, etc., permitiendo hablar el mismo idioma con los preparadores físicos, técnicos y demás integrantes.


*Martín Di Prinzio es Terapista Físico.
Titular de APEX
Kinesiología | Entrenamiento deportivo | Traumatología |
Tel. (02362) 44-8110
Ciudad de Junín - Prov. de Buenos Aires. - Argentina.




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