22 de septiembre de 2014

EL CUIDADO DE NUESTROS PIES

Los pies nos ayudan a mantener el equilibrio, a andar, correr y a propulsarnos durante nuestra vida, a lo largo de la cual recorreremos tantos kilómetros como casi 5 veces la vuelta al mundo.


Para mantener nuestros pies sanos debemos:
• examinarlos regularmente
• usar zapatos cómodos que nos queden bien.
• lavarnos los pies diariamente con jabón y agua tibia.

• Cortarnos las uñas rectas de un lado a otro y no demasiado cortas.

Nuestros pies hablan
La salud del pie puede ser una pauta sobre su salud general. Por ejemplo, la rigidez de las articulaciones puede significar artritis. El hormigueo o el entumecimiento pueden indicar diabetes. La hinchazón puede ser la señal de una enfermedad renal, enfermedad cardiaca o hipertensión arterial.
El cuidado y exámenes frecuentes de los pies es una parte importante de nuestro cuidado de salud general. Si tenemos problemas en los pies, tendremos que hablar con el médico.

Metatarsalgias
¿Qué es una metatarsalgia?
Se denominan así los problemas dolorosos que asientan en el antepié o parte próxima a los dedos, sobre la que se realiza el apoyo.
Normalmente solo aparece dolor cuando se camina, desapareciendo en reposo.

Causas:
Es un problema muy frecuente que puede aparecer incluso en ausencia de alteraciones del pie, como tras correr por superficies duras o usar de zapatos con tacones altos o con suelas poco almohadilladas, aunque lo más habitual es que estén producidas por trastornos del pie como los pies cavos, planos o con juanete, junto al uso de un calzado incorrecto.
Otras veces son consecuencia de enfermedades inflamatorias o secuelas de traumatismos en el pie.
Una causa especial de metatarsalgia es el llamado neuroma de Morton. Se debe a la compresión de un nervio entre los dedos provocado en general por el uso de zapatos altos y estrechos en mujeres. Ocasiona dolor importante y a veces sensación de acorchamiento en los dedos vecinos que se alivia al retirar el zapato en las fases iniciales.

Diagnóstico:
Es suficiente con la exploración del pie y la descripción de los síntomas para diagnosticar. En ocasiones precisará de algún estudio radiológico para valoración de las causas.

Tratamiento:
Como siempre, lo recomendable es el uso de un calzado correcto, tanto para prevenir como para evitar el dolor una vez que aparece. Es básico el uso de zapatos de tacón bajo y puntera ancha.
Con mucha frecuencia se requiere el uso de plantillas hechas a medida que alivien la presión de la zona sobrecargada.

En el caso del neuroma de Morton, además de estas medidas se puede proceder a la infiltración de antiinflamatorios en la vecindad y a la cirugía extirpando el neuroma si fracasan los tratamientos anteriores.



Consejos para la salud de los pies

  • El baño no debe ser mayor de 5 minutos, ya que puede reblandecerse la piel sana y producir maceración. Secar bien lo pies con una toalla suave, especialmente entre los dedos.
  • Para suavizar la piel y mantenerla hidratada, se puede aplicar, después del secado, una crema emoliente mediante un masaje ligero. Nunca se debe aplicar pomada entre los dedos. En personas con sudoración excesiva puede sustituirse esta medida por la aplicación de una solución alcohólica de cloruro de aluminio.
  • Las medias deben cambiarse a diario, no deben apretar y preferentemente deben ser de fibras naturales (algodón o lana). Las fibras artificiales aumentan y concentran el sudor con el correspondiente aumento de humedad.
  • El calzado tiene que ser ancho, cómodo, que proteja de los pequeños traumatismos. Con el aumento de la temperatura los pies tienden a hincharse y si su calzado es inadecuado el riesgo de roce y la aparición de ampollas aumenta. 
  • No andar descalzo, sobre todo en piscinas, ya que existe riesgo de contaminación por microorganismos patógenos.
  • Es aconsejable airear los pies y hacer baños de sol.
  • Después de realizar cualquier ejercicio físico, volver a lavar y secar meticulosamente los pies.
  • Examinar los pies detalladamente todos los días (durezas, callosidades, grietas, heridas).
  • Cortarse las uñas regularmente, limar los bordes para evitar heridas.
  • En caso de callosidades, no usar objetos cortantes (hojas de afeitar, tijeras, limas).

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