17 de marzo de 2012

MOCHILAS SEGURAS


Las mochilas escolares son increíblemente prácticas a la hora de transportar la cantidad de útiles, libros y abrigos que utilizan los chicos en sus días de clase. La única contraindicación de estos implementos radica en cargarlas demasiado, o utilizarlas incorrectamente.  Hoy repasaremos sus bondades y las precauciones que debemos tomar como padres, para evitar un problema de salud en nuestros hijos.

Si comparamos con las bolsas tipo bandolera, los bolsos que se cuelgan a un lado del cuerpo o los de mano; las mochilas, colocadas y cargadas correctamente, son mejores porque los músculos más fuertes del cuerpo —los de
la espalda y el abdomen— sostienen el peso que se carga en ellas. Una mochila bien usada ayudará a evitar más de una lesión de hombro o cuello a diferencia de los bolsos de mano o maletines sobrecargados.


Atención con el peso…
Muchos niños se quejan de dolores de espalda. Algunos son ocasionados por una excesiva participación deportiva; malas posturas; o vida sedentaria; y otros porque llevan a cuestas todos sus libros, materiales escolares y diversos objetos personales durante todo el día.
La recomendación: No cargar más del 10 al 15% de su propio peso dentro de las mochilas.

Conocer para comprender
Nuestra columna vertebral está compuesta por 33 huesos denominados vértebras, y entre ellas hay discos que actúan a modo de amortiguadores naturales.
Cuando los chicos cargan una mochila pesada, (llena de libros), o la colocan de forma incorrecta sobre los hombros, la fuerza del peso cargado puede tirar al niño hacia atrás. Para compensar, el niño se doblará hacia delante en las caderas o arqueando la espalda, lo que puede hacer que la columna se contraiga de forma forzada. El peso excesivo puede provocar que algunos niños desarrollen dolor de hombros, cuello y espalda.
Los niños que llevan la mochila solamente sobre un hombro, algo bastante habitual, porque creen que llevarla así queda mejor o sencillamente porque les resulta más fácil ponérsela, pueden acabar inclinándose hacia un lado para compensar el peso adicional. Pueden desarrollar dolor lumbar y dorsal y forzar excesivamente los hombros y el cuello.

Cargar una mochila muy pesada:
incrementa el riesgo de caídas, sobre todo en escaleras
puede hacer que golpeen a otras personas al no tomar conciencia de lo voluminoso de su carga
suele ocasionarles lesiones al tropezar y caer


Mochilas seguras:
Más allá de sus problemas potenciales, como detallábamos al comienzo de la nota, las mochilas siguen siendo excelente herramienta para transportar los elementos escolares, cuando se las utiliza correctamente.
Elijamos:
las más livianas para no agregar peso adicional a la carga que que lleven los niños
con correas anchas que evitarán que se claven en los hombros
con la parte trasera acolchada, que además de resultar más cómodas, protegerán a los niños de pincharse con bordes afilados u objetos puntiagudos
con un cinturón a la altura de la cintura, lo cual ayuda a distribuir el peso de forma más uniforme por el cuerpo
con múltiples compartimentos, que ayudan a distribuir el peso de forma más equitativa
con ruedas, si el peso que deben transportar diariamente es excesivo, siempre y cuando no tengan que subir escaleras o transportarlas por caminos de tierra (que en días de lluvia les dificultará notablemente la tarea). Antes de adquirirlas resulta conveniente consultar con las autoridades de la escuela, ya que algunas las prohíben por los riesgos de tropiezos que implica el dejarlas al costado de sus bancos o en los pasillos.

Consejos para evitar lesiones
Debemos ayudar a los niños a utilizar las mochilas con sentido común; para ello, debemos hacer lo siguiente:
Aligerar la carga. Por muy resistente que sea la mochila, una vez cargada, no debe superar del 10% al 15% del peso corporal del niño. (En el caso de un niño que pesa 35 kg. su mochila debiera pesar “como máximo” entre 3,5kg. y 5,100kg.
Cargarla correctamente. Para ello, debemos distribuir correctamente el peso, y acostumbrar al niño a utilizar las dos hombreras. Las bolsas tipo bandolera, las que se llevan cruzadas sobre el pecho o las que tienen una sola correa, no son eficaces para cargar demasiado peso y por ende pueden forzar excesivamente los músculos. También tenemos que enseñarles a ajustar bien las correas para que la mochila quede pegada a su cuerpo.
Posicionarla donde corresponde. La mochila debe reposar uniformemente “en medio de la espalda”, y jamás colgar apoyada sobre las nalgas.


Los niños deben ayudar
Es de vital importancia explicarle a los niños que la mochila debe ser bien usada para proteger su salud: ellos, de acuerdo a su edad, comprenderán y podrán tomar ciertos recaudos que ayuden a proteger su columna.
Deben aprender a ordenar sus libros en su pupitre (o armario si lo hubiera) en lugar de pasear la mochila cargada durante todo el día por la escuela, cuando concurren a taller u otras actividades en distintos salones.
Deben aprender a revisar la mochila diariamente y quitar los artículos innecesarios para ese día: computadoras portátiles, teléfonos móviles, abrigos que no usarán suelen añadir kilos de más a la mochila.
Deben aprender a cargar la mochila y cualquier bulto pesado. Así como utilizar el cinturón de seguridad debe convertirse en una acción automática al subir al auto; cargar la mochila o cualquier bulto pesado debe ser realizado de la manera correcta para evitar lesiones en la espalda: se debe doblar las rodillas y agarrar la mochila con ambas manos antes que colocársela sobre los hombros.
Deben aprender y acostumbrarse a utilizar todos los compartimentos de la mochila, colocando los objetos más pesados, como los libros de texto, más cerca del centro de la espalda.


Cómo podemos ayudar a que sus mochilas sean más seguras?
Como padres o autoridades escolares, debemos involucrarnos en la solución o reducción de los problemas que puede ocasionar el uso de mochilas.
comprar cuadernos y libros de tapa blanda
comprar libros digitales o en CD-ROM (los niños de hoy están ampliamente acostumbrados al uso de herramientas digitales)
la escuela puede colgar en una página de internet los reglamentos, programas escolares o notificaciones.

Signos de atención
Debemos actuar inmediatamente y regular la mochila o reducir la carga de la misma si:
se esfuerza mucho para ponerse o sacarse la mochila
tiene dolor de espalda
se inclina hacia delante para llevar la mochila
si se queja de dolores de espalda o se le duermen, debilitan u hormiguean los brazos o las piernas. En este caso, debemos consultar inmediatamente con el pediatra del niño.

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