30 de septiembre de 2010

PREVENCION DEL CANCER BUCAL


Escribe la Dra. Martha E. Daffonchio*


Manchas en la boca que no se van, úlceras que permanecen durante semanas… es hora de ocuparnos y consultar al dentista en miras de prevenir un posible cáncer bucal.








Las aftas bucales y úlceras del herpes labial entre otras, suelen ser molestas y hasta dolorosas, pero normalmente desaparecen con el tiempo.
El alerta lo encenderá la “leucoplasia” (una mancha gruesa blancuzca que se forma en el interior de las mejillas, en las encías o en la lengua). Su peligro radica en que se puede convertir en cáncer.

¿Cuál es el origen de las leucoplasias?
Se originan por un crecimiento celular excesivo y son más comunes entre los que usan tabaco, por una dentadura mal ajustada, o por morder el interior de las mejillas. Es importante visitar al odontólogo si una úlcera en la boca continúa durante una semana o más.

Auto-exploración y detección temprana
Esto ayudará a salvar muchas vidas. La prevención es muy importante. El cáncer oral no aparece de un día para el otro; existen lesiones que pueden ser precursoras del cáncer oral lo cual marca la importancia de localizarlas precozmente.
Mírese bien la boca después de cepillarse o de usar el hilo dental.
Todos debemos conocer cómo es la estructura normal de la boca para que al notar algún cambio, recurramos al odontólogo y nos realice una revisión. Se le debe preguntar cada vez que lo visitemos, para que nos explique todo al realizar una exploración, y así aprender cómo es una boca en condiciones normales y qué alteraciones no son patológicas.

Método de autoexploración:
El dentista puede darnos por escrito los pasos a seguir para no olvidarnos. Debemos observar la cara, el cuello, los labios, la cara interna de la mejilla, el paladar, la encía, la lengua y el suelo de la boca.
Frecuencia ideal: Cada 6 meses como mínimo, y ante cualquier duda acudir al odontólogo. A veces no se encuentra motivación suficiente para realizar la autoexploración pero teniendo en cuenta que el beneficio es la vida, vale la pena realizarlo.

Señales de alarma
# Úlceras, heridas o manchas (blancas, rojas o marrones) sin causa aparente que no desaparecen o cicatrizan en dos semanas.
# Engrosamientos, endurecimientos, hinchazón.
# Dolor crónico de oídos, mandíbula o lengua.
# Sensación de adormecimiento, hormigueo o pérdida de la sensibilidad.
# Dificultad al masticar o tragar.
# Sensación de que la lengua se pone rígida o difícil de controlar.
# Sensación de que las prótesis que están adaptadas a nuestra boca, ahora encajan mal o resultan incómodas.
# Enronquecimiento de la voz.

Si estos inconvenientes tardan más de una semana o dos en desaparecer, se debe recurrir al odontólogo quien valorará la realización de una biopsia para establecer un diagnóstico adecuado.


Alcohol y tabaco, socios peligrosos.

El uso de tabaco junto al fuerte uso del alcohol (30 tragos o más por semana) es el principal factor de riesgo para el cáncer oral.


Sol sí, exceso no!
La exposición excesiva a los rayos del sol es un factor de riesgo para el cáncer de labios. Fundamentalmente deben tener precaución quienes desarrollan tareas al sol, como campesinos o empleados de vialidad que permanecen sobre la ruta largas horas, sobre todo si tienen piel clara.



La higiene en primer lugar
Mantener la boca en buen estado es fundamental para prevenir el cáncer bucal. Factores que erosionen la mucosa como dientes rotos, mal posicionados, o prótesis mal ajustadas, también favorecen la formación de lesiones que pueden devenir en cáncer.


Controles a toda edad
Los factores de riesgo suelen aparecer en personas de edad avanzada, por lo cual los ancianos deben acudir con más frecuencia al odontólogo a realizarse revisiones. Deben hacerlo aunque ya no tengan dientes, y no sólo al desajustarse la dentadura postiza.



SM - Dra. Daffonchio, en su trayectoria profesional, ¿atendió casos de cáncer oral?
Dra. Daffonchio: En mi experiencia personal he atendido pocos casos de cáncer oral, pero los recuerdo con toda claridad.
En primer lugar me viene a la memoria el caso de un anciano que accede a la consulta por indicación de su médico de cabecera con ciertos síntomas preocupantes: descenso de peso corporal, y anemia tratada con internación mediante. A sus ochenta años de edad vivía sólo, y esto hacía sospechar a sus familiares que el estado de debilidad se originaba en una falta de alimentación, producto de la soledad.
Lo curioso del caso fue el hecho de realizar una primera “impresión de estudio de la boca” del paciente, y observar azorada la aparición de sangre en la cubeta [1]. Decido repetir la impresión tomándola más cuidadosamente aún, y el sangrado se repite. Observo la boca y allí estaba la causa: detrás del pilar posterior del istmo de las fauces existía ya una dudosa cavidad sangrante. Ese era el origen del problema que a nivel médico trataban como una simple anemia.
Derivado a los especialistas correspondientes, biopsia mediante, surge el tan temido diagnóstico: carcinoma o tumor maligno.

¿Recuerda algún otro caso Doctora?
He observado algunos casos de cáncer de lengua.

Por lo general, en pacientes adictos al tabaco y otros (más jóvenes) adictos al alcohol, presentando lesiones ulcerosas, de difícil cicatrización o lesiones de hiperplasias (aumento de tamaño de un órgano o de un tejido, debido a que sus células han aumentado en número) asociadas a ausencia prolongada de piezas dentarias. Ambas de diagnóstico maligno.

¿Qué expectativa hay una vez que se diagnostica carcinomas oro-faríngeos?:
En algunos casos el paciente presenta varios tumores distintos en orofaringe (así denominamos nuestra área), que pueden diagnosticarse todos a la vez, o pueden ir apareciendo uno tras otro, ya que el daño originado por el tabaco más el alcohol es irreparable, aunque el paciente haya dejado de fumar. Todo esto empeora aún más el pronóstico.
En carcinomas de amígdalas a los 5 años de de-tectados, la supervivencia oscila entre 25 y 70 %.
En BASE de lengua: muy mal pronóstico , a los 5 años la supervivencia es menor al 50% según el tamaño tumoral.
En paladar blando: a los 5 años hay una sobrevida entre 80 y 25 % según los casos.
En estos pronósticos, tanto la radioterapia, la quimioterapia y la cirugía son especialmente traumáticas.

*La Dra. Marta E. Daffonchio
es Odontóloga.
Atiende en la Ciudad de Bragado

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